Realidad La vinculación entre empresas, especialmente las Pymes para el caso de Venezuela con respecto a las universidad es demasiado débil, por no señalar que casi no la hay, lo que lamentablemente va en perjuicio de ambas instituciones, dado que con respecto a las empresas éstas pierden esa vinculación que las puede ayudar a capacitar, formar adecuadamente su recurso humano de acuerdo a los requerimientos competitivos, tecnológicos, de calidad y productividad que los escenarios económicos del presente requieren para ser altamente competitivos.
Agregándose además la posibilidad de subsanar muchos de sus problemas administrativos, técnicos que afrontan, especialmente ante un escenario turbulento, riesgoso, inestable, como el que actualmente se afronta y también para aprovechar las oportunidades, amenazas que se dan producto de las nuevas aperturas que el actual gobierno ha iniciado con respecto a su nueva política de comercio exterior, en donde ha firmado nuevas Alianzas, convenios, que de sabérseles interpretar, manejar puede ser positivo para las pymes.
Las pymes venezolanas se han caracterizado por la ausencia de una gerencia preparada, producto de que muchas la dirigen sus propietarios que no han pasado por una formación académica de las ciencias administrativas, del rol de la tecnología y su incidencia en la optimización de productos que garanticen calidad, costos, procesos adecuados, agregándose a ello la ausencia definición de funciones administrativas consonas a su operatividad, preparación de sus trabajadores, que le de paso a una capacitación que les permita optimizar resultados productivos, eficiencia.
Las universidades, especialmente las escuelas de Administración, Facultad de ingeniería desperdicia la gran oportunidad práctica que las pymes les pueda ofrecer en función de evaluar que tan adecuados están los conocimientos que se están impartiendo, hacer que sus estudiantes hagan las pasantías requeridas que les permita adentrarse en los problemas que afrontan las pymes y darles oportunidades a proponer sugerencias, modelos que ayuden a solucionarlos.
Con ello las universidades pueden consolidar una participación social más proactiva dándole paso a que sus líneas de investigación se manifiesten en pro de respuestas a los serios problemas que actualmente afronta las pymes venezolanas.
Todo ello, permitirá que los trabajos de grados sean más reales, en pro de lineamientos que permitan a las empresas corregirse, darle paso a acciones, planes que le favorezcan en su crecimiento, desarrollo, participación en lo dinámicos mercados que se han generado no solo a nivel nacional, sino también producto de la globalización, los nuevos bloques económicos que han surgido.
Lo que se necesita
Es necesario que las Asociaciones de empresas, Capemiac, Fedecamaras, Ceproaca, Copoindustria, tengan un rol más dinámico en la vinculación con las universidades nacionales , dejar a un lado el lado figurativo y emprender acciones que sepan optimizar las ventajas, el alcance, que genera el saber vincularse con la fábrica de talentos, aprovechar el conocimiento y saberlo aplicar en pro de soluciones que le favorezca a sus agremiados avanzar a desempeñar ese rol que el país requiere para salir adelante.
Lo mismo deben ser las autoridades universitarias, que desafortunadamente firman convenios para quedarse engavetados, para pasar a ser figurativa la participación, desperdiciándose las grandes oportunidades que ello genera, tanto en favor de su proyección como formadora de talento, profesionales capacitados para generar soluciones y darle paso a una nueva pyme que el presente requiere, generar oportunidades a sus egresados a emplearse y contribuir con un sector empresarial hoy en decadencia.
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